Carrera muy recomendable estos 10 Montes de Vitoria.
Más dura de lo que aparenta el mapa de desnivel. Bonito recorrido, sin dificultades técnicas (sin barro), intercalando pistas anchas con senderos estrechos de los de fila de a uno entre abundante vegetación. Organización impecable, recorrido marcado rozando la excelencia, cantidad de avituallamientos con muchos voluntarios y muy bien surtidos. Sistema de control de paso y tiempos muy chulo y eficaz (yo no lo había visto antes). En meta buenas duchas, masajes, regalo, más comida.

Al lío. Me levanto a las 3:30, un café y unas galletas y corriendo que he quedado a las 4 con Javi. He dormido 4 horas.
En Mendizorrotza recoger dorsal y pulsera de control. Para el que no lo conozca es una pulsera con un dispositivo electrónico. En cada punto de control hay voluntarios que acercan un dispositivo portátil del tamaño de un teléfono móvil a la pulsera, pita y ya puedes seguir. Al llegar a meta te recogen el sensor de la pulsera lo enchufan al ordenador y al instante se descarga toda la información de la pulsera y te dan el diploma con el puesto, tiempo total y todos los parciales en el mismo instante. Se acabó lo de esperar días para ver la clasificación. En meta hay una pantalla donde van pasando la información de todos los que ya han llegado.

A las 5:45 nos desembarcan de los autobuses, hace bastante frío. Finalmente he optado por salir con un chaleco cortavientos y bastones. Nos han avisado que hay mucho barro. En la salida me pongo junto a Hirunaka. Como dice Gandalfin muy tranquilo pero también muy convencido de salir a hacer una buena carrera.
Salgo conservador y tirando mucho de bastones. No sé como pueden subir algunas rampas los que no los llevan. Las subidas no son muy largas pero todas hacen pupa, no se puede traccionar con el barro y las pendientes no son fáciles. Subiendo Kapildui nos cruzamos los que subimos y los que ya bajan. Veo a Hirunaka, lleva buen ritmo y buena cara. Nos saludamos. Con Muttur me tuve que cruzar metros después pero bastante teníamos todos con no resbalar en aquel barrizal, así que no le vi. A todo esto ya llevaba unos km con un sólo bastón. Sobre el km 12 en un apoyo en falso, el segundo tramo ha cascado en la unión. Me toca hacer el resto de la carrera con un sólo bastón que a veces incomoda más que ayuda y cargando con el roto. Lo llevo porque los segmentos se pueden comprar a parte y tiene arreglo barato y fácil.

Los primeros 22 km son un infierno de barro. Sumando la Apuko Igoera de hace dos años más la Kosta Trail de este no tenemos el barro que había ayer. Resbalones, caídas, unas cuantas zapatillas tragadas por el barro. Las consecuencias, piernas cascadas pero sobre todo mucho bajón anímico. Sin poder disfrutar ni 100 metros seguidos de correr sin resbalar. Piensas en lo que queda y se te quitan todas las ganas de seguir.

Pero llegamos a la cima del Pagogan, nos pasan a la otra vertiente de la sierra y todo cambia. El bosque cerrado desaparece, aparecen amplias campas de vegetación baja y sale el sol. No hay apenas barro. A correr. Recorrido rompepiernas superando el Lendiz, Arrieta y Zaldiaran con subidas cortas pero exigentes, ya hace calor y aunque los avituallamientos líquidos son abundantes no viene mal la riñonera con el botellín.
Una nota para los avituallamientos, sobre todo los dos de comida. Espectaculares de cantidad y variedad. Todo tipo de pastas y pasteles, fruta (sandia, melón, naranja, plátanos, tomates), frutos secos, pinchos de tortilla y chorizo a la sidra, queso, queso con membrillo, pan y fiambre para hacerte bocadillos, agua, actimel, isotonico, refrescos, café...todo esto lo disfrutarían mejor los marchistas. Yo en el primer avi tenía frio y me tomé un cafecito y un donuts. Me pregunta la chica: el café sólo, cortado, con leche, largo?. Como en la cafetería pero con mejores vistas.

Lo había dejado pasando el Zaldiaran (km 42). Muchos de estos km que son de correr a gusto los he hecho con la segunda chica. Va supertranquila, parece que el puesto
le importa poco. Y es entonces cuando nos encontramos con el Busto, pasamos a la cara de la sierra que mira hacia Vitoría y vuelve el barro para exportar. Una pala corta pero muy exigente. A la mitad me tengo que parar a coger resuello. No soy el único. Pierdo a la chica, me hubiese gustado ayudarla hasta meta. Era maja.
Pasado el Busto solo queda un monte y casi todo es bajada hasta Vitoria. Entre el barro y el cansancio pienso que me va a tocar hacer andando lo que queda. Además bajando el Busto por medio de un hayedo sin pista ni sendero me he caído fuerte dos veces y llevo tocada la espalda y la muñeca derecha, la mano y las piernas sangrando por varios sitios. Me pongo a trotar y veo que puedo. Es la mejor noticia. Esos 10 últimos km se me iban a hacer eternos andando. No voy muy rápido pero todavía puedo trotar hasta meta. Al final 8:10:37. Me hubiese gustado bajar de 8 horas. Sin barro seguro que lo hubiese hecho.
Mucho mérito lo de Hirunaka y Muttur. Enhorabuena.