Una historia interesante. Pongo el enlace para hacer justicia a su
creador:
http://www.mitmag.es/cuidado-tu-pare...bar-triatleta/
Cuidado,
tu pareja podría acabar triatleta
Paloma no puede dormir. Antonio
ronca plácidamente mientras ella le mira con una mezcla de preocupación, orgullo
y un poco de asco. Tras 8 semanas de preparación intensiva, mañana es el gran
día: Toni participará en su primer triatlón.
Sentada en la cama, apoyada
en el cabecero, enciende un Nobel Light.
La primera nube de humo va dedicada
a Antonio. Ha pillado en bragas a Paloma con su transformación en solo unos años
en una suerte de deportista de élite a tiempo parcial.
Estas son las
distintas fases por las que ha pasado Antonio y que, cuidado, podrían estar en
marcha de una forma muy similar en tu pareja, hombre o mujer del siglo
XXI:
FASE 1: Antonio, tras fracasar con la Dukan y el sirope de arce,
decide comprar una flamante bicicleta estática en Carrefour y colocarla en el
salón, tan bonita era, para sudar hasta el último calamar frito.
Cada noche
el sonido de las efusivas pedaladas de Antonio “changluofiu, changluofiu,
changluofiu” enerva a Paloma. Ella, para no hacerle perder la ilusión, sube el
volumen del televisor como si no hubiera un mañana.
FASE 2: Naranco de
Bulnes imaginario arriba, Tourmalet imaginario abajo, Antonio está cada vez más
cerca de su peso ideal. Eufórico y con la autoestima por las nubes comenta a
Paloma que quizás sea un buen momento para el siguiente paso: apuntarse a un
gimnasio. Ella, encantada, le paga la matrícula y dona la bici a las
Ursulinas.
El gimnasio es de relumbrón, con sus mancuernas, su piscina y su
cancha de pádel. Allí Toni entra en contacto con una cinta de correr sin
destino, con una piscina de pH 7,2 y con un montón de nuevos amigos de esos que
se afeitan en el vestuario.
FASE 3: Nuestro amigo se hace afín a un grupo
de colegas de profesión, empleados de banca por la mañana, deportistas por la
tarde, que corren por las inmediaciones del gimnasio media hora antes de darlo
todo en el remo gironda. Son runners. Y esto le gusta, porque un runner es como
un corredor pero que calza unas zapatillas de 120€, viste con unas mallas negras
bien prietas y lo controla todo con la app y los cachivaches de Runtastic. Mola
ser runner.
FASE 4: Con lo de correr, llega a casa la revista Runner’s
World, la dieta especial para el miembro deportista de la pareja y los viajes de
placer en los que se coincida con algún acontecimiento runner, tipo Maratón de
Nueva York, con promesas de ir de compras cuando se acabe el sarao.
Paloma lo
lleva con cierta perplejidad. Ha pasado de tener en casa a un panoli que en
secundaria no aprobaba gimnasia a uno que se recrea con sus estiramientos en la
cocina.
FASE 5: Los tiempos de Antonio son estupendos y siente alas en
sus pies cuando adelanta a otros en el primer kilómetro. Pero hay algo que le
incomoda: correr está más de moda que nunca; Murakami, Twitter, tertulianos,
Aznar… todos nos invitan a correr por una u otra razón y las rutas se llenan de
runners como él.
Toni necesita molar más, subir un peldaño, y el triatlón
podría ser la respuesta, pues reúne lo mejor de los 3 deportes más
aburridos.
FASE 6: Toni ve con renovados ojos la piscina de 20m del
gimnasio. En unos meses pasa de nadar como en mantequilla a hacerlo como una
barracuda clorada con licencia para usar la calle rápida. Se compra un neopreno
negro azabache y lo estrena en la piscina con permiso de la autoridad
competente, un monitor del gimnasio con pelusilla en el bigote.
Y luego viene
la bici. Una buena. Y luego una muy buena. Y el casco y el maillot y el culotte
y las zapatillas. Y a pedalear. Como en el salón pero en la realidad. Como alma
que lleva el diablo por el carril bici.
FASE 7: Vídeos, la revista
Triatleta, fisioterapia, anatomía, nutrición, psicología deportiva,… toda
información y todo gasto es poco en esta fase previa a la primera competición.
Y, por supuesto, hay que entrenar duro 8 semanas non-stop.
Paloma se apunta a
un curso de sexo tántrico sin Antonio.
FASE 8: Antonio el triatleta. Al
participar en un triatlón te conviertes en triatleta, al igual que al volar en
avión te conviertes en piloto.
¿Sientes temor al leer las ocho fases por
las que ha pasado Antonio? ¿has notado algún síntoma en casa?
Estate alerta,
muy cerca de ti puede haber un triatleta en ciernes esperando su
oportunidad.
¿Hay solución?
Sí, abandonar al sujeto a su suerte o bien
armarse de paciencia: la fase de triatlón probablemente termine abruptamente por
culpa de una lesión pomposa. “Lo tuve que dejar por una rotura del ligamento
cruzado anterior”, o con el nacimiento del primer hijo.
Las fases siguientes
al abandono de la actividad pasan por volver a ser un runner ocasional, luego al
gimnasio a darse de baja, después una nueva bici estática en casa y, por último,
volver a estar fondón.
¿Cómo acabó nuestro caso real?
Antonio quedó el
148º en el triatlón y dijo que fue un buen puesto teniendo en cuenta el gran
nivel de los participantes de todo el municipio. Esa misma tarde la pareja hizo
las maletas y partió rumbo a las vacaciones playeras que ella le prometió a
cambio de no dar más el coñazo con la dieta durante las 8 semanas de
preparación.
Ya en la playa, Paloma echó un vistazo a Toni, ahora una
suerte de tirillas fibroso, depilado integral y moreno a ratos, con grandes
claros en la zona del maillot y el culotte. Él no tardó en quedarse en pie
contemplando el mar, bajarse el bañador de flores, colocarse con parsimonia un
gorro de baño y ajustarse unas gafas de natación que previamente escupió como un
profesional. Paloma se puso boca abajo en la toalla y se hizo la dormida para
evitar verle la cara cuando él le comentó que se iba hasta una boya lejana,
donde aquellos niños.
Antes de meterse en el agua reveló que al volver de
vacaciones se iba a preparar para su primer Ironman. Ella le pidió a Dios que
una medusa le atravesase el Speedo, se giró cara al sol cuando Antonio se hubo
marchado y se quitó la parte superior del bikini a ver si caía algo.
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