Aquí va la crónica de un paquete... que al menos le pone ganas y disfruta haciéndose sus pajas mentales con ésto del correr:
Este año no me conformaba con mi objetivo behobiero de mantener el dorsal rojo (sub 1:33) y quería bajar ( o andar cerca) del 1:30.... que desde el año 91 no lo consigo. Para ello le había copiado los días de serie al duo Etxe-Gandalfin Y esa autopresión me hizo pasar un sábado sabadete bastante nervioso, todo el día miccionando (hay que ser fino que las crónicas quedan para la posteridad), con sueño inquieto antes de la carrera.....
Por un pequeño imprevisto llegamos bastante tarde a Behobia, aunque con el suficiente para calentar algo. Casi lo prefiero porque se me suele hacer pesada la espera hasta la salida. Tenía muy clara la estrategia, salir de manos a más, pasar el km. 10 sobre 45 alto - 46, y arrear en la segunda parte, que es más favorable. Y salí bastante agusto, con buenas sensaciones, mucho mejores que en el 2012. Los primeros kilómetros iban según lo previsto, el aire molestaba pero tampoco restaría tantos segundos.... algún segundo por encima de lo previsto pero nada grave.....en Gaintxu iba pasando gente.... la patata bien....no iba mal el asunto. Ya sé que estar muy pendiente del cronómetro es un arma de doble filo pero siempre me ha gustado vigilarlo de cerca en las carreras. Pero al pasar el km. 8 hice un cálculo mental y lo empecé a ver muy negro. Y la mente impuso su ley y me vine abajo. Empezaron las piernas a fallar. Pasé el 10 en 47:46, casi 2 minutos por encima y ya sin ganas y pocas fuerzas, traté de capear el temporal poniendo una marcheta para llegar sin descuidarme pero sin esa chispa y esas ganas de sufrir que se tienen cuando estas ganando la lucha al crono. Al final 1:35:20, con PM:174
Me lo tomaré como un buen entreno para la media del maratón.
aio
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