Es esta una carrera que, estando bien, es una de las fijas del calendario. Y ya tenía ganas de hacerla, después de 2 años sin poder por lesiones. Ese magnetismo que ejerce el prau de Martintxu, cuando paso en bici por Otxaran...
Y este año esperé hasta última hora para apuntarme. Y no llegué muy motivado para hacerla principalmente por 2 motivos: el aplatanamiento de la semana previa de calor, y las secuelas de la caída con la flaca del domingo anterior.
El día D me cuesta mucho desempiltrarme, y llego justo a las 7:55 a la zona de los buses, donde me esperan nerviosos ya Free y Texajas, bajo la amenaza de que era el último bus al que esperaban por mi. Nos "reservan" 3 plazas en el fondo, charleta y foto de rigor pal guatxapo . Llegamos a San Pelayo y el dato sisgnificativo de lo que se avecinaba. Nos dice uno de lo voluntarios, que llevaba 18 años colaborando en la salida: "en 18 años, nunca me habíais visto así (manga corta). Y es a esas horas en San Pelayo suele hacer rascayu
Liturgia clásica de cremitas, faxes, sentada en el chiringo pa los ciclistas de cotilleo Free y yo, y a las 9h, a patear. Como el día es el indicado para petar, me digo: "que empiece en la salida". Y me planto el primer km y medio entre los 10 primeros, pasando el primer km de lo mas bien a 3:36 . Subo Zalama aprox 5 min después del primero (44:45) fenomenal, tutto korritxen . Descenso sin forzar, coronar lamana, y enseguida campas de salduero (km 10 en 1h:00) y avitua sólido. Ritmo y sensaciones buenas hasta el km 20 (2h:03).
Pero se empieza a cargar la zona de isquios/glureo dcho. No me preocupo demasiado, porque a veces estas sensaciones musculares pueden ser pasajeras. Ya me había adelantado antes Mitxel como un avión, y es ahora cuando lo hace Gorka (otro compi de club). Me dice que buena rueda a seguir, y le respondo que no, que empiezo a ir fastidiao muscularmente. Las sensaciones, lejos de ser pasajeras, se extienden a toda la parte posterior del muslo dcho con amagos de calambres continuos. Enseguida formo pareja con un txabal de amarillo, que también va tocado, y ponemos ritmito para no alargar mucho zancada, animándonos mutuamente. El calor empieza a hacer mella. Bebo mas que nunca en los avituas. Empiezo a tener dudas de abandonar, ya que nunca he ido tan mal muscularmente en una carrera.
En el descenso del Kolitza nos pasa Patxi Ros, y voy ya con el automátco, aunque algo mas animao, sobre todo en la zona llano de acceso a la Porqueriza, donde espero ver a Zelko. Es en este tramo donde me vengo un tanto arriba, ya que, ahí la musculatura me permite poner un ritmito aceptable. Empiezo a ver a Mitxel, y le paso subiendo La Garbea. Asimismo, me acerco a la primera chica, la que ganó en nuestra carrera del Paga. Son momentos de discreto subidón, porque pienso que los problemas están controlaus, y puedo llegar digno a meta, a pesar de lo que queda.
Pero de repente, ras. Primeros calambres serios, que me hacen parar a estirar. Me vengo abajo pensando que definitivamente se jodió el invento. Me coge Mitxel arriba en La garbea, y se me va bajando. Los cuádriceps, que tenía respetaus, caen también tras bajar el cortafuegos. Empiezo a poner ya RC (ritmo cadáver ). Veo el km 35. Me pregunto: "¿esto que es, un chiste?". Las moscas me rondan, atraídas por mi estado de descomposición. Mas CA, que COS, y alguna parada a estirar.
En las faldas del prau, me tomo la única glucosa con agua, y subo aceptablemente. Pero claro, ahora les toca a los tibiales anteriores. Ya solo me quedan indemnes los gemelos. En la zona de motocros, cualquier rama o piedrita me producen torceduras de tobillo, ya que mis katxas son palos con nula capacidad para esquivar ná. En una de ellas me cago en tó, debiéndose haber oído hasta en Zalla. Otra vez RC, animándome un poco cuando veo el km 40. De haber visto 38 o así, me quedo ahí tirau . Pero ya tengo claro que llego, e incluso con cierta compostura ya en la civilización de Zalla. Pico 4h:48, que para sufrir semejante tortura china en algunos momentos, ni tan mal, oiga.
Pulular zombi por la zona de llegada, charlar un rato con un masajista de nuevo cuño (euskolabel), al que le respondo a si quiero un masaje con un cuasi despectivo: "a mi no me toca ahora ni Dios" , y al merceditos.
En fin, la mayor tortura vivida en una carrera en mis 21 años de bagaje. Y ya le dicho a mi manager que me incluya una claúsula en mi contrato de elite, por la cual, de hacer esta temperatura, pueda rehusar carreras de mas de 20-25 km. Algo es algo
Y este año esperé hasta última hora para apuntarme. Y no llegué muy motivado para hacerla principalmente por 2 motivos: el aplatanamiento de la semana previa de calor, y las secuelas de la caída con la flaca del domingo anterior.
El día D me cuesta mucho desempiltrarme, y llego justo a las 7:55 a la zona de los buses, donde me esperan nerviosos ya Free y Texajas, bajo la amenaza de que era el último bus al que esperaban por mi. Nos "reservan" 3 plazas en el fondo, charleta y foto de rigor pal guatxapo
Liturgia clásica de cremitas, faxes, sentada en el chiringo pa los ciclistas de cotilleo Free y yo, y a las 9h, a patear. Como el día es el indicado para petar, me digo: "que empiece en la salida". Y me planto el primer km y medio entre los 10 primeros, pasando el primer km de lo mas bien a 3:36
Pero se empieza a cargar la zona de isquios/glureo dcho. No me preocupo demasiado, porque a veces estas sensaciones musculares pueden ser pasajeras. Ya me había adelantado antes Mitxel como un avión, y es ahora cuando lo hace Gorka (otro compi de club). Me dice que buena rueda a seguir, y le respondo que no, que empiezo a ir fastidiao muscularmente. Las sensaciones, lejos de ser pasajeras, se extienden a toda la parte posterior del muslo dcho con amagos de calambres continuos. Enseguida formo pareja con un txabal de amarillo, que también va tocado, y ponemos ritmito para no alargar mucho zancada, animándonos mutuamente. El calor empieza a hacer mella. Bebo mas que nunca en los avituas. Empiezo a tener dudas de abandonar, ya que nunca he ido tan mal muscularmente en una carrera.
En el descenso del Kolitza nos pasa Patxi Ros, y voy ya con el automátco, aunque algo mas animao, sobre todo en la zona llano de acceso a la Porqueriza, donde espero ver a Zelko. Es en este tramo donde me vengo un tanto arriba, ya que, ahí la musculatura me permite poner un ritmito aceptable. Empiezo a ver a Mitxel, y le paso subiendo La Garbea. Asimismo, me acerco a la primera chica, la que ganó en nuestra carrera del Paga. Son momentos de discreto subidón, porque pienso que los problemas están controlaus, y puedo llegar digno a meta, a pesar de lo que queda.
Pero de repente, ras. Primeros calambres serios, que me hacen parar a estirar. Me vengo abajo pensando que definitivamente se jodió el invento. Me coge Mitxel arriba en La garbea, y se me va bajando. Los cuádriceps, que tenía respetaus, caen también tras bajar el cortafuegos. Empiezo a poner ya RC (ritmo cadáver
En las faldas del prau, me tomo la única glucosa con agua, y subo aceptablemente. Pero claro, ahora les toca a los tibiales anteriores. Ya solo me quedan indemnes los gemelos. En la zona de motocros, cualquier rama o piedrita me producen torceduras de tobillo, ya que mis katxas son palos con nula capacidad para esquivar ná. En una de ellas me cago en tó, debiéndose haber oído hasta en Zalla. Otra vez RC, animándome un poco cuando veo el km 40. De haber visto 38 o así, me quedo ahí tirau
Pulular zombi por la zona de llegada, charlar un rato con un masajista de nuevo cuño
En fin, la mayor tortura vivida en una carrera en mis 21 años de bagaje. Y ya le dicho a mi manager que me incluya una claúsula en mi contrato de elite, por la cual, de hacer esta temperatura, pueda rehusar carreras de mas de 20-25 km. Algo es algo
No hay comentarios:
Publicar un comentario